
Siempre hay una primera vez para todo en la vida. Situaciones que la mayoría de los humanos debemos afrontar: caminar, hablar, besar, hacer el amor, etc. Pero muy pocos... deben prepararse para matar.
Hoy, hace apenas unos momentos, he cruzado un línea de la que no hay retorno. Fui a la casa de James Frost, con todo mi odio y frustración a cuestas, pensando en mil formas de matarlo.
Transformado en una sombra, subí la empinada escalera con mi corazón a punto de estallar de la excitación y el cuchillo temblándome en la mano.
No recuerdo mucho, sólo se que hubo mucha sangre. Se que le corté tres o cuatro dedos, da igual. Así el tipo habló, luego terminé mi trabajo.
¿Quién es, o mejor dicho era Frost? Un oscuro rufián miembro de una secta que, vaya saber por qué quiso Dios, investigué. ¿Los Hermanos, no te suena ese nombre lector?
Tengo más nombres, tengo odio, eso es todo lo que me queda...
Roman
"que, vaya saber "
ResponderEliminarMe suena ese "vaya a saber" jejejeje
Espero no encontrarlo muchas veces.
Seguís atrapando. Me gusta.
Prometo que no te sonará más. Aún espero "El quinto infierno". Abrazo
ResponderEliminarLa historia sigue despertando mi interés, la verdad en pequeños párrafos lográs generar expectativas y misterio. Felicitaciones!!
ResponderEliminarMaravilloso.
ResponderEliminarGracias mis fieles Irupé y Daniels. Un saludo para ambos.
ResponderEliminarCada vez esta mejor, sinceramente..MEJOR(Con mayusculas).
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