sábado, 31 de enero de 2009

31 de enero de 2009. Retorno a casa...


Recien ahora, luego de vagar por más de veinticuatro horas, puedo sentarme a escribir en este, mi negro diario. No busco con él fama ni trascendencia, sólo quiero que sirva de advertencia, para unos y para otros...
Salí de Treval con la idea de volver a casa. Con la nieve castigando mi cansado cuerpo, me dirigí a la que otrora fuera mi calle; a donde alguna vez una esposa y dos hijos pequeños me esperaban para brindarme su cariño. ¿Pero qué es casa? ¿Lo que llamamos hogar es una propiedad? Inmeditamente, comprendí que ya no tenía más nada de eso. Sin el calor de mis seres amados, aquella no es más que otra construcción, en un frío mundo de ladrillos y cemento. Para que ir allí, que no sea otra cosa que alimentar mis tormentos y mis odios... no. Necesitaba otra cosa, al menos esta vez. Los quería tener cerca, y no podía haber un lugar donde tenerlos más alejados que en la que fue nuestra vivienda.
El cementerio de San Eleuterio, en el frío panteón , allí estoy sentado escribiendo. Refugiado en el manto de la noche y rasguñando con mis ensangrentadas uñas sus mudos féretros.
Soy una sombra, hoy lloraré mi pena entre ellas...

Roman

P.D: Tengo un nombre, Frost: tiembla.

viernes, 30 de enero de 2009

30 de enero de 2009. Hospital de Treval


Hoy me ha sido dada el alta de este horroroso hospital. Sinceramente, creo que los médicos se han cansado de mi. Me temen. En menos de seis meses he visitado este lugar en tres ocasiones. Todas por la misma causa: heridas cortantes en las venas. Igual, ellos no me ven como un depresivo con tendencia suicida, en realidad piensan que soy un loco, y de los peligrosos.
Te pregunto lector: ¿Si vieras a toda tu familia arder en una casa en llamas, no enloquecerías? ¿Acaso no tengo derecho a no querer seguir viviendo?
Mi vida aunque mi cuerpo se niegue a morir, esta muerta. Soy un muerto en vida, y si debo caminar por este mundo, sólo caminaré tras los pasos de los asesinos. No tengo piedad, sólo sed de sangre e ideas retorcidas de como hacer sufrir a los culpables.
Antes, fui un conocido doctor en Teología y Ciencias Ocultas, tal vez mi investigación fue la fuente de la cruel tragedia de los míos.... pero el pasado muere, y el presente agoniza.
Ya nada importa, sólo sepan que, voy por cada uno de ustedes.

Roman Dalembert

jueves, 29 de enero de 2009

29 de enero de 2009. Presentación

Márchate lector que por aquí pasas!!! Mis palabras de advertencias ya han sido dichas. Mi nombre es Roman Dalembert, y en este diario quiero dejar testimonio de mi busqueda. Los hechos aquí narrados, tranquilamente podrían ser escritos con sangre. Tal vez me conozcas... vivo en la noche, y mi religión es la venganza.